Mi vida
13 de mayo nací
lo primero que hice fue sonreír.
No esperaba que el destino se fuera a reír de mí.
Qué esperabas, ¿un día 13?
Respira, mira, quiere y crece.
El primer año de vida desfallece,
No llegué al segundo que me destruyó
todos los que fueran a venir.
Lloros, sangre y muerte.
No sabía hablar,
¿qué iba a decir?
Sólo quería ser feliz.
Balbuceaba,
no sabía qué pasaba.
Mi madre se fue,
sin ella me quedé.
De lo que pasaba con mi padre
yo no me enteré,
iba y venía, eran cosas de adultos.
A los 3 años el cole empecé,
y a otra casa me mudé.
En esa habitación un pájaro me vigilaba,
con él cada noche soñaba.
Dos años después volvía a cambiar,
de casa me fui a otro hogar.
Mi infancia no fue mala,
suerte, tenía a mi hermana.
Con diez años para variar,
me fui a otro lugar.
Una casa muy grande,
con alguien dentro, frustrado,
por no haber poder estado.
Perfume…
En esa casa estuve
no más de dos años.
Mi último cambio de casa
en 2013 tuvo lugar,
y ese ha sido mi último hogar.
Se avecinan más mudanzas,
más cambios, más novedades.
Entre cosa y cosa,
mezcla de clases,
nueva gente, nuevos despertares.
Ahí alguien había,
desde toda la vida,
un día, aburrida,
empezamos a hablar,
desde ese momento
estoy muy agradecida.
Fue bienvenida en mi vida,
no es conocida, es mejor amiga.
Georgina.
Des de pequeña cambian las amistades,
pero otras perduran.
Son personas que marcan,
que quedan, que permanecen.
Seguida de una infancia
viene una adolescencia.
Cómo la mayoría,
por el primer beso me moría.
Lo tuve, tuve cosas que no pedí,
ni siquiera lo vi venir.
No era bueno para mí,
pero ahora estoy aquí.
Al poco tiempo empecé a darme cuenta,
abrí los ojos y vi la situación violenta
que por ser mujer muchas chicas pasaban.
Poco a poco me involucré,
y a la lucha feminista me aferré.
No quería que nadie pasara lo que yo pasé.
Ha llegado a ser traumático,
era pequeña y no sabía qué pasaba.
Maldita inocencia, crecí, ésta se fue
y me di cuenta de lo que había pasado.
Ahora lucho para que no ocurra de nuevo,
es una lucha difícil, pero por nacer mujer,
es lo mínimo que se puede hacer.
2016 acabando,
yo sabía que conmigo algo estaba pasando.
Estaba descubriendo quien era de verdad.
Es un aspecto muy importante, en realidad.
Para definirlo podríamos decir,
que un arcoíris vi venir.
No estoy confundida,
Ni soy mitad de nada.
Para que lo puedas entender,
la cosa es que yo puedo querer,
chico o chica me da igual,
yo quiero a la persona,
que sí, que soy bisexual.
He pasado cosas difíciles,
he crecido con familias enfrentadas.
La vida me ha hecho ser fuerte,
no me ha dado mucha suerte.
Alguna vez el sentido de la vida no veía
el final era la solución, eso yo creía.
De pequeña se reían de mí,
en bicicleta no sé ir,
nada puedo ya decir,
sólo me intento divertir.
Nadie dice comprender,
lo que a mí me llega a suceder.
Y aquí no termina mi vida,
queda mucho por hacer.
Espero que la gente empiece a valorar,
Lo que tiene de verdad.
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